Gracias a migleiders (instagram) por enviarnos este Jabón Aroma, perfectamente preservado y en su empaque original.
El Jabón Aroma fue un jabón perfumado lanzado por la compañía Rosenberg Hermanos e Hijos de Bogotá en la segunda mitad del siglo XX.
Este jabón se hizo famoso por la campaña publicitaria que se montó en torno a su lanzamiento, orquestada por el locutor, presentador, empresario y actor Otto Greiffenstein (el mismo titán de los medios que protagonizó, entre otras cosas, el legendario comercial del detergente Top).
Esta campaña, impresa, se llevó a cabo por medio de la empresa de publicidad que Greiffenstein había fundado en 1962 (Terra Publicidad). La campaña fue considerada revolucionaria por varios motivos: primero, porque era a color; segundo, porque la idea es que no solo fuera visual, sino que estuviera acompañada del olor perfumado del jabón; y, tercero, porque incluyó a la modelo Salomé Uribe, la cual daba la impresión de aparecer casi desnuda, apenas cubierta por un ramo de rosas (lo que en la época fue considerado escandaloso).
Aunque no se logró que solo la publicidad (que apareció en la prensa de la época) estuviera aromatizada, pues fueron la totalidad de los periódicos en que apareció que terminaron perfumados (según narra Michael, uno de los hijos de Otto), la campaña fue un éxito.
El Jabón Aroma fue un jabón perfumado lanzado por la compañía Rosenberg Hermanos e Hijos de Bogotá en la segunda mitad del siglo XX.
Este jabón se hizo famoso por la campaña publicitaria que se montó en torno a su lanzamiento, orquestada por el locutor, presentador, empresario y actor Otto Greiffenstein (el mismo titán de los medios que protagonizó, entre otras cosas, el legendario comercial del detergente Top).
Esta campaña, impresa, se llevó a cabo por medio de la empresa de publicidad que Greiffenstein había fundado en 1962 (Terra Publicidad). La campaña fue considerada revolucionaria por varios motivos: primero, porque era a color; segundo, porque la idea es que no solo fuera visual, sino que estuviera acompañada del olor perfumado del jabón; y, tercero, porque incluyó a la modelo Salomé Uribe, la cual daba la impresión de aparecer casi desnuda, apenas cubierta por un ramo de rosas (lo que en la época fue considerado escandaloso).
Aunque no se logró que solo la publicidad (que apareció en la prensa de la época) estuviera aromatizada, pues fueron la totalidad de los periódicos en que apareció que terminaron perfumados (según narra Michael, uno de los hijos de Otto), la campaña fue un éxito.
